Ante los nuevos repagos que se anuncian
Rechazamos la disminución de las prestaciones sanitarias que propone la ministra Mato, una cartera básica de servicios mínimos para toda la población y otra accesoria que incluiría la rehabilitación funcional (imprescindible, especialmente en trabajadores manuales) las pruebas para detectar o prevenir enfermedade, los tratamientos de fertilidad (de modo que solo podrían tener niños las parejas ricas con problemas de infertilidad) la selección genética (solo tendrían hijos sanos las personas de renta alta) o los implantes oftalmológicos (como si el sentido de la vista no fuera un bien para toda la población)
La anulación de la financiación pública de una gran parte de las prestaciones cubiertas en la actualidad únicamente refleja el apoyo del gobierno conservador de Rajoy a los intereses de las empresas aseguradoras que verán incrementados sus beneficios de forma exponencial, porque la existencia de una sanidad con cobertura universal frenaba su desarrollo.
Denunciamos que una vez más los recortes van dirigidos a los ciudadanos con menos ingresos y menor capacidad de influencia, con el objetivo prioritario del gobierno popular de suprimir la universalidad de la asistencia transformando el SNS en un sistema que abre la puerta a un aseguramiento distinto al régimen general de la Seguridad Social, lo que supondrá no solo un grave retroceso en el modelo sanitario actual (vuelve a la etapa anterior a la Ley General de Sanidad de 1986) sino también la posibilidad de que se abran modelos de seguros diferenciados para grupos distintos de población (en relación a su nivel económico) lo que deteriorará inevitablemente el sistema sanitario público convirtiéndose en un sistema de beneficencia.