80 Propuestas para recuperar la Sanidad Pública

El sistema sanitario público en el Estado español ha sufrido en los últimos años un proceso de recortes, deterioro, desmantelamiento y privatizaciones que ha producido un tremendo retroceso en un servicio básico como la Sanidad. La pervivencia de un Gobierno del PP aunque sea en funciones incide de una manera negativa sobre el sistema sanitario.  La repetición de las elecciones generales plantea una nueva oportunidad y por ello  desde la FADSP entendemos que hay que realizar propuestas para que nuestro sistema sanitario vuelva a ser un servicio público universal, accesible y de calidad para toda la población.

 

El nuevo panorama  obliga a avanzar propuestas para cambiar esta situación y permitir la recuperación del sistema sanitario público, aunque hay que ser conscientes de las dificultades que supone la fragmentación de las fuerzas políticas, y también de que es probable que en este escenario el papel de las comunidades autónomas sea más relevante que hasta la fecha, con el riesgo que conlleva de que se incrementen las diferencias sanitarias entre ellas.

 

Naturalmente el tema es de una gran amplitud y por lo tanto las propuestas que se hacen no pueden ser exhaustivas, pero sí se pretende abordar lo que son los principales problemas que plantea en este momento nuestro sistema sanitario público y las medidas necesarias para darles respuesta. Las 80 propuestas las agrupamos en los siguientes Epígrafes:

 

El sistema sanitario público en el Estado español ha sufrido en los últimos años un proceso de recortes, deterioro, desmantelamiento y privatizaciones que ha producido un tremendo retroceso en un servicio básico como la Sanidad. La pervivencia de un Gobierno del PP aunque sea en funciones incide de una manera negativa sobre el sistema sanitario.  La repetición de las elecciones generales plantea una nueva oportunidad y por ello  desde la FADSP entendemos que hay que realizar propuestas para que nuestro sistema sanitario vuelva a ser un servicio público universal, accesible y de calidad para toda la población.

 

El nuevo panorama  obliga a avanzar propuestas para cambiar esta situación y permitir la recuperación del sistema sanitario público, aunque hay que ser conscientes de las dificultades que supone la fragmentación de las fuerzas políticas, y también de que es probable que en este escenario el papel de las comunidades autónomas sea más relevante que hasta la fecha, con el riesgo que conlleva de que se incrementen las diferencias sanitarias entre ellas.

 

Naturalmente el tema es de una gran amplitud y por lo tanto las propuestas que se hacen no pueden ser exhaustivas, pero sí se pretende abordar lo que son los principales problemas que plantea en este momento nuestro sistema sanitario público y las medidas necesarias para darles respuesta. Las 80 propuestas las agrupamos en los siguientes Epígrafes:

 

  1. La Sanidad Pública, un derecho de todas las personas
  2. Garantizar la accesibilidad de la población es la clave del funcionamiento de la Sanidad Pública
  3. Por una financiación suficiente de la Sanidad Pública
  4. Acabar con las privatizaciones y recuperar lo privatizado
  5. Separar la Sanidad Pública de la  medicina privada
  6. La Atención Primaria debe ser el eje del sistema sanitario
  7. Los trabajadores sanitarios uno de los fundamentos de la Sanidad Pública
  8. Por una política farmacéutica al servicio de la salud
  9. Desarrollar la Salud Pública
  10. Potenciar la Salud Mental
  11. Reenfocar la salud laboral
  12. La necesaria participación social y profesional

 

  1. La Sanidad Pública, un derecho de todas las personas

 

  • Derogar el RDL 16/2012 y desarrollar una normativa específica que  garantice la cobertura de la totalidad de la población por el Sistema Nacional de Salud, sin exclusiones (esta incluso puede desarrollarse por las CCAA en su ámbito geográfico, tal y como se esta haciendo desde mayo de 2015 en aquellas en las que ha ganado la izquierda y en alguna gobernada por el PP).
  • Asimismo habría que incluir la asistencia sanitaria de las mutualidades de funcionarios en el sistema público (seguramente sería fácil establecer un sistema transitorio que respetase su pervivencia para los actuales mutualistas y en el que todas las nuevas incorporaciones lo fueran al modelo general), y también integrar las mutuas laborales (un modelo de corrupción y privatización con fondos públicos) dentro de los servicios sanitarios públicos

 

  1. Garantizar la accesibilidad de la población es la clave del funcionamiento de la Sanidad Pública

 

2.1. Acabar con las exclusiones y todos los copagos del RDL 16/2012, no solo los farmacéuticos para las recetas, y esto es importante porque conviene recordar que aunque muchos de ellos no se han hecho efectivos (farmacia hospitalaria, trasporte, dietas, órtesis y prótesis) siguen estando vigentes.

 

2.2. Acabar con los recortes económicos, que son la fuente de donde provienen los cierres de centros, puntos de atención continuada, cierres de plantas y servicios, etc.

 

2.3. El compromiso del acceso de la población a todos los medios diagnósticos y de tratamiento que han sido validados científicamente, para lo que es conveniente una Agencia Pública de Evaluación de Calidad de la Atención Sanitaria, que mantenga actualizada la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.

 

2.4 Potenciar la Atención Primaria que es la base de una buena atención sanitaria a toda la población, y que con  personal y medios  suficientes puede solucionar el 80% de los problemas de salud de la ciudadanía.

 

2.5. Asegurar unos tiempos de demora adecuados, estableciendo límites máximos de demoras en la atención sanitaria: 48 hs en atención primaria, 15 días en consultas de especialista y demoras quirúrgicas máximas de acuerdo con la gravedad de las patologías, para lo que se deben de arbitrar los recursos públicos necesarios (hay que tener cuidado con el establecimiento de tiempos máximos de demora, porque en mas de un caso se ha utilizado para potenciar la  derivación a los centros privados y la privatización).

 

2.6. Realizar un diagnostico y un Plan de Salud que permita identificar los problemas y las necesidades de salud de la población y dotar a la Sanidad Pública de los recursos adecuados para responder a e estas necesidades de salud.

 

 

  1. Por una financiación suficiente de la Sanidad Pública

 

3.1. La financiación pública mediante impuestos y el modelo de cobertura universal  han demostrado en la experiencia internacional tener un menor gatos sanitario y una mayor eficiencia y mejores resultados en salud, por lo que no tiene sentido volver a modelos de seguros que son económicamente inviables y socialmente regresivos (el mejor ejemplo es lo sucedido recientemente en Holanda).

 

  • Los copagos no van a favorecer la financiación del sistema sanitario sino fundamentalmente a penalizar a las personas más enfermas y con menos recursos económicos. Aparte de ser injustos de su aplicación puede derivarse un aumento del gasto sanitario como han señalado algunos estudios.

 

  • Para racionalizar la financiación sanitaria seria conveniente la integración en el sistema sanitario público de las mutualidades de funcionarios y las mutuas laborales.

 

  • Habría que realizar auditorías de las cuentas del Ministerio de Sanidad y de las Consejerías de Sanidad autonómicas.

 

  • . Para garantizar una Sanidad Pública de calidad se precisa incrementar la financiación sanitaria, primero recuperando la situación de 2009 y luego, según los estándares internacionales, incrementando el gasto sanitario público en aproximadamente un punto del PIB.

 

  • . Es preciso establecer las necesidades del sistema sanitario, para ello seria conveniente el realizar el Plan Integrado de Salud, planteado ya en la Ley General de Sanidad en 1986, estableciendo los objetivos del Sistema Nacional de Salud y las necesidades financieras que llevan aparejados.

 

  • . Hay que corregir la excesiva disparidad en los presupuestos sanitarios de las CCAA, para ello habría que establecer una financiación finalista para la Sanidad y reforzar los fondos de Cohesión del Ministerio de Sanidad para limitar las desigualdades.

 

 

  1. Acabar con las privatizaciones y recuperar lo privatizado

 

4.1. Paralizar el proceso privatizador. Ello supone tanto no realizar nuevas privatizaciones como acabar con la privatización silenciosa, es decir con las derivaciones sistemáticas hacia el sector privado, lo que obviamente también precisa la utilización intensiva de los recursos del sistema sanitario público que en este proceso privatizador han sufrido una intencionada baja utilización fomentada por las administraciones sanitarias (cierres de camas, servicios, puntos de atención, etc) y que también requiere volver a dotar de personal suficiente a los centros sanitarios públicos.

 

  • Recuperación de los centros privatizados. Que es complicada y además presenta situaciones distintas para cada caso concreto ya que los contratos y las condiciones son diferentes, a veces bastante distintos, en cada uno de ellos, por lo que habría que considerar:

 

  • Todos los contratos prevén la posibilidad de reversión, pero suelen hacerlo en condiciones muy onerosas (pagando el lucro cesante), pero siempre es posible hacerlo, el mejor ejemplo es el caso del Hospital de Alzira donde se produjo la reversión del hospital y un nuevo concurso (aunque es obvio que hubo una situación irregular que encubría un incremento exorbitante del coste de la adjudicación). Aunque a veces este mecanismo puede ser rentable (por ejemplo en el caso del hospital de Burgos se ha calculado el coste de la recuperación en 80 millones € que contrasta con los mas de 1.500 millones € que restan por pagar).

 

  • Los contratos también tienen una duración establecida que es distinta en cada caso y que puede utilizarse para no renovarlos (el nuevo gobierno de la Comunidad Valenciana ya ha anunciado que no renovara el del hospital de Alzira que acaba en 2018, revirtiendo el centro a la red pública).

 

  • Los contratos también establecen criterios mínimos de dotación, personal, etc, que habitualmente se incumplen, lo que en algunos casos podría conllevar rescisiones de los contratos y en otras utilizar las penalizaciones establecidas. Es práctica habitual la ausencia de control del funcionamiento de estos centros, por lo que un seguimiento sistemático pondría en cuestión una parte de la rentabilidad actual de las empresas y supondría muy probablemente facilidades para la reversión (no seria raro que más de una de las empresas quisieran abandonar).

 

  • Lo mismo puede decirse de la selección de riesgos que se realiza desde estos centros para evitar costes y/o de la atracción hacia los mismos de determinadas actividades rentables (generalmente en colaboración con los sistemas de citación de pacientes que derivan  actividades más rentables hacia los centros privatizados). Habría que hacer un control estricto, evitar las actuaciones irregulares y hacer asumir a las empresas los costes reales de sus derivaciones.

 

  • Existe la posibilidad de que las CCAA s hagan con las acciones de las empresas y/o de las UTEs concesionarias ( lo que se está explorando en Valencia en el caso del hospital de Denia)

 

  • Existe el modelo de expropiación, hasta el presente no utilizado en nuestro país, pero que podría realizarse utilizando el criterio de utilidad pública de las actividades que desarrollan.

 

 

 

  1. Separar la Sanidad Pública de la medicina privada

 

5.1 Recuperar la dedicación exclusiva de los profesionales del sistema sanitario como un concepto central en la política de personal, incentivándola adecuadamente

 

  • Habría que establecer un sistema transitorio en el que todas las nuevas contrataciones llevarían aparejada la dedicación exclusiva y las personas con plaza en propiedad podrían optar a acceder a la misma o quedarse en la situación actual.

 

  • Las plazas con capacidad organizativa y/o de gestión deben de tener dedicación exclusiva sin excepción.

 

  • Debe de exigirse el cumplimiento de la ley de incompatibilidades en cuanto al personal que trabaja en los centros sanitarios que reciben financiación pública (conciertos, etc)

 

  • Hay que garantizar mecanismos de formación continuada desde el sistema sanitario público independientes de la industria farmacéutica y tecnológica

 

  • Debe regularse estrictamente la información que se facilita en los centros sanitarios públicos por parte de la industria, en todo caso siempre garantizar que se hace fuera del horario de trabajo.

 

  • Debe establecerse la obligación de declarar todas las ayudas económicas, cualquiera que sea su forma concreta, que pudieran recibirse de la industria o de entidades privadas, incluyendo fundaciones y oenegés.

 

  • Hay que reservar los centros públicos para las prácticas y la formación de los estudiantes de las universidades públicas.

 

  • Hay que crear un fondo público de investigación biomédica que reciba como mínimo el 1% del presupuesto sanitario y que sea gestionada por una agencia pública de investigación.

 

 

  1. La Atención Primaria debe ser el eje del sistema sanitario

 

  • Incrementar de manera significativa los presupuestos para AP que deberían situarse en torno al 25% del presupuesto sanitario.

 

  • Dotación adecuada de recursos humanos de la AP, en primer lugar recuperando las plantillas previas a los recortes y luego estableciendo unos topes máximos en las ratios de habitantes por profesional que obviamente deben de tener en cuenta el perfil etario, de salud y socioeconómico de la población (de manera general no deberían de pasar de 1500 para médicos generales y profesionales de enfermería y de 1000 para los pediatras). Especial énfasis hay que poner en las necesidades de profesionales de enfermería de las que la AP española tiene una escandalosa infradotación.

 

  • Paralizar los procesos privatizadores y recuperar lo privatizado

 

  • Volver a desarrollar las Áreas de Salud como espacio de coordinación y de integración de los recursos asistenciales

 

  • Favorecer el acceso de la AP a los recursos diagnósticos para resolver el 80% de los problemas de salud de la población, y el establecimiento de vías fluidas de coordinación con la atención especializada.

 

  • Recuperar las labores de promoción y prevención como fundamentales en el desarrollo de la Atención Primaria de Salud

 

 

 

  1. 7. Los trabajadores sanitarios uno de los fundamentos de la Sanidad Pública

 

  • Necesitamos incrementar de manera importante el número de profesionales de enfermería y controlar el aumento de profesionales de la medicina

 

  • Asegurar la especialización a todos los profesionales que superen la licenciatura

 

  • Revisar el actual modelo de formación troncal de las especialidades médicas para ajustarlo a las necesidades de salud de la población.

 

  • Potenciar y desarrollar la especialización de enfermería

 

  • Mantener el carácter estatutario del personal del SNS.

 

  • Recuperar el empleo en el SNS garantizando convocatorias periódicas y frecuentes para la cobertura de las plazas

 

  • Garantizar el carácter de trabajadores públicos para todas las tareas necesarias para el funcionamiento del SNS

 

  • Eliminar la obligatoriedad de colegiación al menos para los profesionales que solo trabajan en el sector público.

 

  • Mejorar las retribuciones de los trabajadores sanitarios

 

  • Delimitar lo público de lo privado potenciando la dedicación exclusiva

 

  • Exigir la profesionalización de la gestión poniendo en marcha una especialidad en gestión por la vía MIR, es decir mediante una formación autorizada con responsabilidad progresiva, aunque no parece necesario que esta formación se restrinja solo a los médicos sino que debería estar abierta a todos los titulados sanitarios y a otras profesiones (economistas, etc).

 

  • Repensar la organización de las unidades asistenciales para el desarrollo de unidades multiprofesionales con enfoque holístico

 

  • Acabar con los sistemas de libre designación de los cargos intermedios garantizando la cobertura de las plazas por concursos públicos de acuerdo con los principios de merito y capacidad, con evaluaciones cuatrienales del desempeño.

 

  • Desarrollar incentivos basados en la calidad asistencial, transparentes y con control democrático.

 

  • Garantizar la formación continuada de todos los trabajadores sanitarios de manera independiente y con contenidos fundados en la medicina basada en la evidencia.

 

  • Fomentar la investigación independiente y centrada en los problemas de salud de la población.

 

  • Fomentar políticas  prioritarias de  promoción de la ética y la moral de los servidores públicos y la identificación de estos con los objetivos del SNS.

 

 

 

  1. Por una política farmacéutica al servicio de la salud

 

 

  • Modificar los criterios de la financiación pública y la fijación de precios, para que estos incluyan criterios que tenga en cuenta los costes reales de la investigación y producción. Existen algunos mecanismos que deben de plantearse como las subastas de medicamentos para abaratar los precios, revisiones de los precios abusivos, los precios por equivalentes terapéuticos, los contratos de riesgos compartidos e incluso la denuncia de las patentes cuando las empresas quieran imponer precios abusivos e irracionales valiéndose de su situación de monopolio.

 

  • Garantizar el abastecimiento de los medicamentos eficaces, evitando los que se producen por intereses económicos de las empresas farmacéuticas, para ello es importante contar con una empresa pública farmacéutica que pueda asegurar la fabricación de los medicamentos necesarios.

 

  • Fomentar el uso racional del medicamento para lo que es precisa la creación de agencias de evaluación y una muy activa política sobre los prescriptores de formación y evaluación independiente de la industria, de utilización de la medicina basada en la evidencia y de prevención del uso inapropiado de los mismos.

 

  • Complementario a lo anterior es el control  estricto del marketing y la información realizada por la industria y su financiación de eventos “científicos”.

 

  • Desarrollar la investigación pública tanto para orientarla hacia los principales problemas de salud como para desarrollar patentes públicas que permitan escapar de la asfixia económica de las patentes privadas.

 

  • Eliminar los copagos del RDL 16/2012 para acabar con las barreras económicas para el acceso de medicamentos necesarios.

 

 

  1. Desarrollar la Salud Pública

 

  • Desarrollar estructuras de Salud Pública tanto en las CCAA como en el ámbito de las áreas de salud para actuar en coordinación con la atención primaria y la especializada.

 

  • Incorporar la salud medioambiental, los determinantes de salud y las desigualdades en salud en la política sanitaria

 

  • Aprobar Planes de Salud en las CCAA y el Plan Integrado de Salud a nivel del conjunto del SNS que marquen los objetivos de salud y las estrategias para abordarlos.

 

  • Hacer efectiva la presencia de la “salud en todas las políticas” exigiendo una valoración del impacto en salud de todas las leyes y/o normativas

 

 

  1. Potenciar la Salud Mental

 

 

  • Garantizar la atención a la salud mental de todas las personas  con un carácter multidimensional, respuesta multiprofesional, orientación asistencial comunitaria, continuidad de cuidados, atención y apoyo en el ámbito domiciliario, y  trabajo psicosocial de prevención.

 

  • Priorizar la atención de las personas con trastornos mentales graves, garantizando su atención inmediata.

 

  • Hay que asegurar recursos suficientes, materiales y profesionales y volver a que los centros de salud mental sean los ejes vertebradores y de orientación funcional de la asistencia.

 

  • Hay que oponerse a la modificación del Código Penal que supone un retroceso en la igualdad del trato legal de las personas.

 

  • Es necesario reforzar y apoyar el movimiento asociativo de usuarios/as y familias con problemas de salud mental, con el objetivo de su empoderamiento, promoviendo su participación en la elaboración, seguimiento, evaluación y gestión de los programas y planes de atención a la salud mental, así como en el marco de la intervención clínica.

 

 

  1. Reenfocar la salud laboral

 

  • Es urgente la unión, organización y movilización de toda la sociedad, articulada por los partidos políticos progresistas, los sindicatos de clase y organizaciones sociales para dar una respuesta colectiva y equilibrar las fuerzas del trabajo y el capital. Para ello sería necesario cambiar el modelo productivo, para crear empleo de calidad, eliminar las reformas laborales, recuperar los derechos sociales y laborales perdidos.

 

  • Potenciar los servicios públicos. Como la educación, la atención a la dependencia y la sanidad que vuelva a ser universal, gratuita y de calidad reconquistando las privatizaciones que se han llevado a cabo. Impulsar el desarrollo de la Ley General de Salud Pública. Aumentando la protección social.

 

  • Actualizar la normativa de salud laboral a la realidad del SXXI, teniendo en cuenta las relaciones de poder, las relaciones laborales, las desigualdades sociales entre los trabajadores, protegiendo especialmente a los más vulnerables. La salud tiene que llegar a todos los trabajadores, incluidos los parados con programas de apoyo psicosocial.

 

  • Garantizar el derecho a la salud y a la seguridad en el trabajo por la Administración Pública. Vigilando y controlando las actividades preventivas de las empresas, sobre todo a las que no cuenten con representación sindical, investigar y reconocer los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, actualizando el cuadro a la realidad.

 

  • Integrar las mutuas en el Sistema Público: La salud de los trabajadores no puede seguir en manos de los empresarios a través de las mutuas o de empresas privadas de prevención.

 

  • Garantizar la formación de los profesionales sanitarios en salud laboral, para que puedan detectar los daños a la salud producidos por el trabajo.

 

  • Crear Unidades de Salud Laboral: con equipos multidisciplinares de profesionales para asesorar a los trabajadores sanitarios y coordinar las actividades con los servicios de prevención de las empresas.

 

  • Respetar los derechos de participación de los trabajadores y sus representantes en la prevención de riesgos laborales, reconociendo su conocimiento y experiencia para identificar los riesgos y proponer las medidas preventivas junto a los profesionales de la prevención, que serán incorporados a la historia clínica. Potenciar los comités de seguridad y salud.

 

  • Servicios de prevención públicos para las pymes y para el resto de las empresas el servicio de prevención deberá ser propio y estarán coordinados con las Unidades de Salud Laboral.

 

  • Cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales reforzando los instrumentos de control: la Inspección de Trabajo con más personal y que se impliquen en la realidad de las condiciones de trabajo y del empleo, en la organización del trabajo y en todo tipo de riesgos. Reforzar las instituciones que intervienen en la prevención de riesgos laborales: Institutos, Fiscalía, Poder Judicial…

 

  • Potenciar la investigación en general y de los nuevos riesgos laborales. Haciendo los estudios epidemiológicos necesarios para poner de manifiesto la relación del trabajo con la salud en temas como el cáncer, las enfermedades mentales y las consecuencias de la crisis y las reformas laborales en la salud de los trabajadores.

 

 

  1. La necesaria participación social y profesional

 

  • Establecer sistemas de participación ciudadana y profesional en todos los escalones del sistema sanitario público: servicios regionales de salud, áreas y zonas básicas de salud y centros sanitarios.

 

  • Garantizar la presencia en los mismos de representantes de la ciudadanía, de los trabajadores sanitarios y de la administración sanitaria.

 

  • Conferirles capacidad de decisión y de control sobre la gestión y el funcionamiento de la Sanidad Pública

 

  • Garantizar la transparencia del SNS, para que los principales datos de funcionamiento del sistema sanitario sean accesibles de forma actualizada

 

  • Crear una agencia pública de evaluación del sistema y las tecnologías sanitarias.

 

 

Todas estas medidas permitirían recuperar una Sanidad Pública, universal, eficiente y de calidad  para volver a lograr que nuestro sistema sanitario sea un referente a nivel internacional y garantice la salud de la población

 

Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública

Mayo de 2016