INTERCAMBIO DE OPINIONES PREGUNTAS RESPUESTAS PROPUESTAS…EN EL ATENEO DE LA LAGUNA.

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Urgencias del HUC o la desgracia de sufrir la ineptitud del Gobierno de Canarias

Además de lo que conocemos en primera persona y por muchos testimonios de familiares y amistades, nada lo puede reflejar mejor que el relato del día a día hecho por el personal de dicho Servicio de Urgencias:

“Señor Gerente en una de sus últimas entrevistas comenta que nos espera un invierno complicado. Yo, si me lo permite, le voy a hacer varias preguntas:

 ¿Qué situación más complicada, cree usted, que está su personal dispuesto a sufrir?

 ¿Cree usted que hay algo más complicado que irte a tu casa destrozado de trabajar y sabiendo que no has podido dar una atención digna y de calidad a tus pacientes?

¿Cree usted que hay algo más complicado que enfrentarse a 12/18h hasta 24h de espera para ser atendido en un hospital? Con los reproches por parte de familiares y pacientes que eso supone y sin tener ninguna seguridad?

¿Cree usted que hay algo más complicado que jugar todos los turnos al juego de la silla o de la camilla porque no tienes donde atender a tus pacientes? A veces ni siquiera para bajarlos de su propio coche.

¿Cree usted que puede haber algo más complicado que tener todas las ambulancias del norte de la isla bloqueadas en la puerta de tu hospital?

¿Cree usted que hay algo más complicado que ver a un paciente días y días en un sillón con un ingreso firmado?

¿Cree usted que hay algo más complicado que trabajar en un sitio donde para atender a un paciente tienes que hacer algo parecido a un gymkana? Sin espacio, sin material, sin personal.

¿Cree usted que hay algo más complicado que ver morir o ponerse grave a alguien sentado en una silla de ruedas esperando a ser atendido o en la camilla de una ambulancia?

Le ruego, si le fuera posible, que nos dijera que situaciones más complicadas considera usted que tiene su personal que sufrir.

Gracias.”

Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC), propusimos hace 5 años la puesta en marcha de una plataforma para “Salvar al HUC” apelando a “un esfuerzo especial por parte de la administración sanitaria, y también de un impulso conjunto de su personal y de la población atendida, para mejorar su atención sanitaria y evitar el empeoramiento de la salud de las personas de las que es responsable, así como, de la de su personal.”

Llegados a este punto, es evidente el fracaso más estrepitoso en lo que se refiere al logro de tan necesarios objetivos, en particular respecto a la saturación crónica y colapsos persistentes, al margen de los “picos de gripe”, en un Servicio de Urgencias en el que los bloqueos con camas en los pasillos se remontan al año 2005 sin tomarse medidas efectivas para su solución, habiéndose permitido la “selección de pacientes” por los centros concertados que sigue dejando estancados en ese servicio a los pacientes no “rentables”.

La Consejería de Sanidad, no ha resuelto la escasez de recursos materiales y humanos que se da en el ámbito de la Atención Primaria, impidiéndole jugar el decisivo papel para el que fue concebida,  “actuar como gestora y coordinadora de casos y reguladora de flujos, así como de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención de la enfermedad y asistencia sanitaria”. No existen programas de cuidados en domicilio para pacientes crónicos y dependientes cuando la contratación de cuidadores y terapeutas profesionales, junto a una adecuada coordinación con Atención Especializada y con una Atención Sociosanitaria bien dotada de camas públicas, minimizaría la sobrecarga de urgencias en los hospitales. Su precariedad favorece que los enfermos acudan a las urgencias hospitalarias lo que además expresa el fracaso de la campaña del Servicio Canario de la Salud culpabilizándolos por “hacer mal uso de los servicios”. También refleja la desastrosa implantación del Plan de Urgencias Sanitarias de Canarias (PLUSCAN).

En cuanto al temor manifestado por el Sr. Gerente del HUC, acerca del empeoramiento de la situación con el invierno, debemos puntualizar “para su mejor formación” que la gripe es una enfermedad epidémica que se produce todos los años y además aproximadamente en las mismas fechas, por lo que caben pocas sorpresas. Por otro lado aunque la virulencia de la epidemia depende del tipo concreto de virus y el pico de la enfermedad está muy relacionado con la climatología, una adecuada vigilancia epidemiológica puede detectar el aumento de casos y predecir el momento más álgido de la epidemia. Es decir es un fenómeno previsible que se produce todos los años en invierno y que puede detectarse a tiempo. Por supuesto nada impide, y es más, la lógica lo aconseja, el realizar planes de respuesta que se puedan activar cuando se comprueba que empieza la epidemia, incrementando los recursos en atención primaria y hospitalaria, abriendo salas que se cerraron por los recortes, etc. No es difícil para cualquier persona con unos conocimientos básicos de planificación sanitaria.

Otra cosa es que nuestros “irresponsables” sanitarios estén más preocupados por deteriorar y privatizar la Sanidad Pública que por atender con eficacia a los problemas de salud de la ciudadanía que tiene que seguir manifestando sus quejas, convirtiendo éstas en protesta organizada y finalmente consiguiendo que la misma derive en una política alternativa que defienda la Salud y la Sanidad Pública de Canarias.

Canarias a  6 de noviembre de 2024

¡Sra. Consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, diga la verdad!

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La Salud y la Sanidad Pública en el proceso participativo de Canarias Palante

Después de las importantes manifestaciones del 20 de abril surgió el proceso denominado “Canarias Palante” que está recopilando propuestas del amplio movimiento ciudadano para la construcción colectiva de un nuevo modelo socioeconómico en Canarias.

En este proceso, se afirma que “la opinión de toda la gente, experta y no experta, es crucial: vivienda, medio natural, sector primario, sanidad, educación, movilidad, igualdad, cultura, deportes, artes, aguas, residuos, paisaje, incendios, turismo, migraciones… Después de tres meses y más de 1200 propuestas recibidas, el 31 de julio finalizó el plazo de recogida de aportaciones del proceso participativo. Estamos ilusionadas con las ganas que tiene nuestra gente para construir un modelo social y económico que respete Canarias. Hemos logrado entre todas abordar muchas temáticas y ahora toca trabajar toda esa información de cara al encuentro presencial «Todo El Mundo Junto» que tendrá lugar el 30 de noviembre en Tenerife, la isla que más aportaciones hizo.”

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) habiéndose posicionado a favor de una Salud sostenible en una Canarias sostenible ha aportado sus reflexiones y propuestas concretas al respecto. Evidentemente, la salud humana depende de la salud del medio que habitamos. La explotación de los recursos naturales nos ha situado en un contexto de emergencia climática y ambiental que compromete nuestra salud y bienestar.

El modelo económico canario, cada vez más dependiente, más alejado de la soberanía alimentaria, energética, tecnológica, económica, etc., está agotado y no es sostenible ni ambientalmente, ni socialmente ni económicamente. Por todo ello, tampoco lo es desde el punto de vista de la Salud Pública, no evitándose que se llegue a la enfermedad con todo el cortejo de manifestaciones clínicas, procedimientos diagnósticos y tratamientos varios, lo que en suma hace que en el terreno sanitario se acumulen muchísimos problemas asistenciales.

Además de las repercusiones sobre la Salud Pública, están las que afectan a la Sanidad Pública, unas derivadas de aquellas que se traducen en sobrecarga de enfermedad producto de las acciones dañinas sobre el medioambiente y las condiciones de vida y trabajo que acaban convirtiéndose en sobredemanda de asistencia sanitaria y otras derivadas del llamado “turismo sanitario”.

El “turismo sanitario” genera un agujero para las arcas públicas dado lo que supone la atención sanitaria demandada por una parte de los millones de visitantes extranjeros que llegan cada año a Canarias. Va creciendo el peso de las atenciones realizadas a los visitantes en el Sistema Nacional de Salud y particularmente en el SCS, repercutiendo en el ya insuficiente presupuesto de la Sanidad Pública. No es de recibo tener que atender a una población notablemente superior a la que está censada en Canarias, lo que provoca situaciones de saturación, así como de déficit de infraestructuras y económico.

El problema no está en quien está de vacaciones y requiere asistencia de urgencia por enfermedad sobrevenida o accidente, quizá la situación más común, y cuya asistencia queda garantizada por la Tarjeta Sanitaria Europea (en el caso de los ciudadanos europeos), por compañías aseguradoras privadas con cobertura internacional y otras fórmulas de financiación.

Con carácter general, los Reglamentos (CEE) 1408/71 y 574/72 regulan el derecho de las personas aseguradas en uno de los Estados miembros de la UE a recibir asistencia sanitaria en otro Estado perteneciente a la UE, con ocasión de un desplazamiento temporal o de residencia habitual en este último. Esta asistencia se debe prestar en las mismas condiciones que los asegurados del país de destino. Para la liquidación de los gastos sanitarios derivados de la exportación del derecho a recibir asistencia sanitaria, la normativa comunitaria prevé un sistema de reembolso entre instituciones de Seguridad Social.

No obstante, según explica el Tribunal de Cuentas en su Informe de fiscalización de la gestión de las prestaciones de asistencia sanitaria derivadas de la aplicación de los reglamentos comunitarios y convenios internacionales de la Seguridad Social, de 29 de marzo de 2012, pese a que España es un país eminentemente receptor de turistas y residentes extranjeros, se deja de cobrar una parte importante de las asistencias médicas prestadas a ciudadanos de otros países europeos. Las principales causas son: 1) Falta de control de los extranjeros con cobertura (así, Alemania emite un 716% más facturas que España, cuando en realidad se estima que España realiza más atenciones sanitarias a extranjeros). 2) Los excesos de Francia y Portugal, cuyos ciudadanos realizan un turismo de proximidad para utilizar los servicios sanitarios públicos españoles. 3) Fallos en los cobros por los turistas británicos, cuyos importes se venían realizando mediante un sistema de estimación. 4) Deficiencias de información entre CCAA y la administración central.

El turismo sanitario en sentido negativo está asociado, claro está, a la práctica creciente los últimos años, realizada por extranjeros, para recibir un tratamiento gratis de la Sanidad Pública española. Esto se realiza de diversas maneras, pero siempre con cierta dosis de fraude: por ejemplo pasar más de 6 meses en el Estado español para poder acceder a la tarjeta sanitaria española, o acudir a urgencias acentuando la sintomatología de una dolencia cardíaca.

Se calcula que en el Estado español hay varios millones de visitantes, que tienen apartamentos o casas en la costa, cuyas estancias se suelen prolongar varios meses, y en su mayoría tienen más de 65 años. Este grupo está considerado como consumidores sociosanitarios, ya que hacen un uso abusivo de la Sanidad Pública para obtener un tratamiento gratuito del Sistema sanitario español (frente al copago o pago requerido en sus países de origen).

No cabe duda de que en Canarias nuestros recursos naturales están comprometidos por el desarrollo desenfrenado del turismo, la degradación observada depende de las relaciones de dominación en el territorio. Los intereses de la industria turística prevalecen sobre el interés de la población local, además de tener un impacto directo en nuestra salud, tienen una serie de efectos ambientales que se relacionan con el uso de recursos naturales, la producción de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero, con la proximidad de los espacios que habitamos a zonas verdes, o azules, que no solo nos afectan como individuos, sino que pueden contribuir en mayor o menor medida al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.

Conocer el impacto de estas acciones en la salud del planeta y en la nuestra propia nos permitirá disponer de argumentos adicionales que pueden motivar a individuos y poblaciones a apostar por las opciones más sostenibles, a la vez que saludables. Eso nos lleva a la necesidad de pensar un nuevo turismo e integrar las facultades de decisión por parte de la población canaria potenciándolas mediante la organización y la movilización.

En cuanto a la situación y necesidades de la Sanidad Pública de Canarias, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) propone:

Cuando se ha producido un crecimiento de los presupuestos sanitarios per cápita respecto a 2023 que sigue siendo insuficiente para las necesidades del sistema sanitario (recuérdese que la inflación prevista para 2023 estaba en el 3,8%), es necesario aplicar medidas de acuerdo a una priorización que proponemos y respecto de la cual la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias deberá corresponder con hechos palpables.

La pandemia puso de relieve con especial crudeza que la Sanidad Pública universal y de calidad es un pilar esencial para asegurar la solidaridad y la equidad dentro de una sociedad dado que las políticas neoliberales aplicadas por los gobiernos llevaron a una descapitalización que se tradujo en recortes, desmantelamiento y privatización favoreciendo el negocio privado con la sanidad y debilitando sobremanera el derecho a la salud de las personas.

Siempre ha sido muy débil en Canarias el reconocimiento de que la salud está fuertemente determinada por el entorno social, económico y cultural (y por tanto por la política), y no se interviene con profundidad (desde la política) en ámbitos económicos, laborales, educativos, de servicios sociales, medioambientales, etc, no evitándose que se llegue a la enfermedad con todo el cortejo de manifestaciones clínicas, procedimientos diagnósticos y tratamientos varios, lo que en suma hace que sea en el terreno sanitario donde se acumulen enormes problemas asistenciales.

En Canarias, es manifiesta la precariedad de los dispositivos de Salud Pública en nuestra comunidad a la que se ha destinando en torno a un 0,98%, incluidas las vacunas, del presupuesto de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y que para 2024 se ha cuantificado en un 0,83%. Tal cosa la hemos relacionado a su vez con los malos indicadores de salud de la población canaria que derivados de las desigualdades sociales en salud por el desempleo, la pobreza, marginación social, etc., se traducen en la esperanza de vida más baja del Estado español, por la mortalidad por diabetes, por enfermedades cardiovasculares, por cáncer, por enfermedad pulmonar obstructiva crónica…. Los dispositivos de Salud Pública manifestaron sus enormes debilidades en el curso del desarrollo de la pandemia en Canarias.

Para cambiar el actual estado de cosas, hay que empezar por abordar algunas medidas urgentes, absolutamente necesarias:

1) Financiación suficiente de la Sanidad Pública: incremento del presupuesto en general y particularmente en Salud Pública y Atención Primaria. Tal objetivo debe quedar claramente establecido en el Plan de Salud de Canarias junto a la especificación de las necesidades de salud de la población y la cuantificación de las exigencias presupuestarias para hacerlas frente, es importante avalar una financiación finalista que garantice que el presupuesto de AP sea realmente el 25% del presupuesto  total de la Consejería de Sanidad y el de SP el 5% del total al menos.

2) Potenciar la Salud Pública, además de presupuestariamente, mediante el desarrollo en Canarias de la Ley estatal de Salud Pública, aprobada en 2011, con su concreción en base a la Proposición de Ley de Iniciativa Legislativa Popular que presentamos en el Parlamento de Canarias en 2010, avalada por 25.000 firmas para la elaboración de la necesaria Ley Canaria de Salud y Sanidad que contemple la creación de la Agencia Canaria de Salud Pública y establezca la prioridad de blindar el carácter público, universal y gratuito de la atención sanitaria. Los servicios de Salud Pública deben coordinar sus estrategias con la Atención Primaria y las administraciones locales para combatir los determinantes de las enfermedades crónico degenerativas (alimentación, contaminación, salud laboral, sedentarismo, tabaquismo, etc.)  y los sistemas de alerta y contención de las nuevas epidemias de enfermedades contagiosas (Gripe A, Ebola, SARS, Coronavirus…) asociados al cambio climático y la globalización neoliberal. Los servicios de epidemiologia y lucha con las enfermedades infecciosas deberían reforzarse y mejorar su capacitación.

3) Potenciar y desmedicalizar la Atención Primaria. Este nivel asistencial ha demostrado su capacidad para acercar los servicios asistenciales a la población y gracias al conocimiento de los antecedentes personales, familiares y de su historial clínico, garantizar una atención cercana y segura a las personas y familias que forman la comunidad. Se precisa recuperar las plantillas perdidas y mejorar las condiciones laborales. Para que pueda funcionar adecuadamente se precisa reforzar su papel en el sistema sanitario, aumentado su presupuesto ( 25% efectivo del total sanitario), el personal, sobre todo el de enfermería (potenciando la enfermería comunitaria) y otras categorías profesionales como la de psicología, fisioterapia, terapia ocupacional, trabajo social para desmedicalizar las consultas y satisfacer las demandas de la población,  que el actual modelo transforma en enfermedades y tratamientos medicamentosos, estableciendo criterios mínimos por Tarjeta Sanitaria Individual, mejorando sus medios y potenciando la atención domiciliaria, la prevención y la promoción de salud. En este sentido, es fundamental la relación de la AP con la salud laboral, ya que es en sus consultas donde se detectan muchos problemas de salud relacionados con el trabajo. La gestión de los procesos asistenciales precisa una revisión de los protocolos de relación y derivación entre primaria, especializada y sociosanitaria, haciendo falta también unas guías clínicas conjuntas.  Una renovada AP debería recuperar su carácter comunitario mejorando su coordinación con los hospitales, servicios de salud pública, alerta epidemiológica, recursos sociales, atención a la dependencia e instituciones municipales, con la participación e implicación de la población en el marco de las Áreas Sanitarias insulares y de las Zonas Básicas de Salud municipales en los Consejos de Salud. La Atención Primaria debería hacerse responsable de la asistencia a las personas mayores en las residencias,  lo que exige que los Centros de Salud donde haya residencias deberían incrementar sus equipos especialmente en enfermería, psicología, terapia ocupacional, fisioterapia y trabajo social. 

4)  Afrontar las listas de espera mediante un Plan de abordaje de las mismas que necesita recursos humanos específicos y el reforzamiento del funcionamiento al 100% de los centros sanitarios públicos. Todo esto conlleva recuperar las plantillas perdidas, potenciarlas y mejorar las condiciones laborales. Se evitará al máximo la aplicación de la normativa que posibilita la externalización de servicios, hasta que sea derogada, de modo que no vaya ni un euro público más para la sanidad privada. Este plan tiene que articular  los recursos del conjunto de la Sanidad Pública (primaria y especializada) y sumar una garantía de derechos + recursos + sistemas organizativos + sistemas de información y rendición de cuentas, tiene que tener un carácter estable. En la gestión de las listas de espera se debe crear un Observatorio de las listas de espera que podría estar constituido por una Comisión Parlamentaria con todos los grupos del Parlamento de Canarias en la que estén también, además de representaciones de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) y de otros colectivos que defiendan la Sanidad Pública, las Asociaciones y plataformas de pacientes y familiares. Este observatorio deberá tener información periódica, al menos mensualmente, de todos los datos referidos al número de personas en las distintas listas de espera, por islas, por centros, por patologías y por especialidades.

5) Ampliar camas de media y larga estancia. Tenemos un déficit muy importante de camas hospitalarias públicas, la mayoría de ellas de larga y media estancia. Además, el posible bloqueo de camas de los hospitales de agudos por pacientes dados de alta potencia la necesidad de crear una red pública de camas sociosanitarias y de crónicos, de las que carecemos, para mejorar la eficiencia hospitalaria evitando también con ellas ingresos y estancias hospitalarias al poner en marcha otras formas de atención sociosanitaria pública como las Residencias asistidas, Centros de día, Atención domiciliaria, ayudas domiciliarias, etc. Convendría también a medio plazo realizar un plan estratégico de atención especializada para adaptarla a los nuevos retos de salud derivados de la atención a la cronicidad, también cabría exigir el cumplimiento de las incompatibilidades y la dedicación exclusiva a las y los trabajadores del sistema público.

6) Hospitales de segundo nivel altamente resolutivos. Aspiraciónno satisfecha, tras 45 años para el Sur y 39 años para el Norte de Tenerife. La plataforma pro Hospital público del Sur presentó ante el Parlamento Canario una ILP avalada por 31.024 firmas en 1998. En el año 2000 el Parlamento de Canarias aprobó las Leyes 3/2000 y 4/2000, en las que se reconoce la necesidad históricamente demandada por la ciudadanía para el Sur y para el Norte, pero en las que no se contempla la creación de verdaderos hospitales sino de centros socio-sanitarios, sin garantías, además, de un modelo de gestión pública para los mismos. Por eso en la ILP que presentamos en 2010, en la Disposición Adicional Segunda, se defiende la “necesaria derogación de las leyes 3/2000 y 4/2000, del Parlamento de Canarias que lo cuestionan”. La posibilidad. de la gestión privada no es algo novedoso, ha sido probada en otras Comunidades Autónomas, en base a la Ley estatal 15/97 que hay que derogar, demostrándose que el coste de los servicios se multiplica por 5 respecto a los de gestión enteramente pública del mismo nivel. Por eso también debemos exigir la derogación de las leyes 3/2000 y 4/2000 del Parlamento de Canarias que la hacen posible para estos falsos hospitales. En la cartera de servicios de la Consejería de Sanidad, figura desde 2009 y 2010 el proyecto donde incorporaban a ambos hospitales «la nueva cartera de los servicios, incluyendo los de farmacia, esterilización y banco de sangre; añadiendo los de hospitalización, de media estancia, con 50 camas en el norte y 60 camas en el sur; Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria con dos quirófanos; Urgencias, laboratorio, área obstétrico-neonatal con 20 camas, 4 paritorios y 1 quirófano en el sur y 12 camas, 2 paritorios y 1 quirófano en el hospital del norte; hospital de día con 14 camas y centro de asistencia especializada».  14 y 13 años después, ¿qué fue de dicho proyecto?.

7) Cuidados Paliativos. Existen en Canarias8 unidades de cuidados paliativos: En Gran Canaria 2 y 1 en Tenerife, La Palma, Fuerteventura, Lanzarote, El Hierro y La Gomera. En Tenerife,  no existen Cuidados Paliativos en el HUC, afectando a la “zona norte”, hay que crearlos. En el Hospital de La Candelaria sí existen, aunque insuficientes para la “zona sur”, y carecen de Atención Domiciliaria. Sí existe Atención Domiciliaria en Lanzarote y Gran Canaria. Hay que mejorar las unidades de cuidados paliativos existentes y habilitar la Atención Domiciliaria en todas las islas.

8) Ley Canaria de Salud y Sanidad que establezca y regule de modo tasado el funcionamiento general de la Consejería y del Servicio Canario de la Salud en todos los aspectos mencionados de modo que garantice la estabilidad organizativa y de las políticas públicas de Salud Pública y de Asistencia Sanitaria poniéndolas a resguardo de variaciones partidistas o intereses espúreos. Que deje claro en ese contexto el papel de las distintas gerencias, que afronte la materialización de los hospitales de segundo nivel altamente resolutivos, de las camas sociosanitarias, la salud mental, la salud sexual y reproductiva, la atención temprana, la geriatría y cuidados paliativos, la atención a las drogodependencias, el funcionamiento del transporte sanitario, …..y que garantice la participación social y profesional en los Consejos de Salud u otros órganos de participación en la gestión del Servicio Canario de la Salud contemplados en la normativa general y que no se cumplen.

Manifiesto de Sanitari@s por la Paz

Debemos ayudar a construir un movimiento de amplia base, lo más transversal posible en favor de la paz, frente a todas las guerras y sus consecuencias.

El contexto general en estos momentos es de un mundo, y especialmente de la Unión Europea, que se rearma y donde resuenan tambores de guerra. Desde Polonia hasta España, Alemania, Suecia o Bélgica, las autoridades están lanzando mensajes de alarma sobre que las amenazas de guerra pueden estar a la vuelta de la esquina.

El año pasado, los miembros de la OTAN incrementaron el presupuesto de las partidas para armamento en un 11%. Este 2024, 18 de sus 31 países alcanzarán el objetivo del 2% de PIB en dichas partidas. Pedro Sánchez se comprometió, tras la Cumbre de la OTAN en Madrid en junio de 2022, a alcanzar este objetivo previsto para 2029, pero la realidad es que el gasto militar  ya supera sobradamente el tan manido 2% del PIB.

El gasto militar de los tres últimos presupuestos de España, derivado de la potenciación de la participación en la OTAN y su implicación en la guerra de Ucrania, lleva a la conclusión de que el Estado español seguirá destinando a gasto militar una cantidad escandalosa cuya finalidad es más escandalosa todavía, distribuida (y escondida) en los PGE y que aparece dispersa en distintos ministerios, así como en el sobregasto extrapresupuestario del fondo de contingencia y en los créditos extraordinarios.

Todo ello contrasta con el hecho de que la inversión sanitaria y en salud pública no levanta cabeza. Cuando empezó a verse la luz al final del túnel después de la pandemia, todo eran promesas y buenos propósitos para la Sanidad Pública, que se concretaron en el Dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, que recogía numerosas, y en general positivas, propuestas para reforzar el sistema sanitario público.

No obstante, ya desde 2021 se pudo ver que la realidad iba por otro camino, y que las actuaciones prácticas de los Gobiernos Central y Autonómicos no respondían con hechos concretos a este supuesto interés por reforzar la Sanidad Pública, lo que pudo comprobarse, por ejemplo, en el bajo porcentaje de fondos provenientes del Plan de Resiliencia que se dedicaba a la Sanidad, y los escasos, hasta la fecha, incrementos presupuestarios de las CCAA y del Gobierno Central, mejoras muy modestas que en modo alguno abordaban las necesidades de atención sanitaria de la población.

Esta insuficiencia presupuestaria explica en gran parte el conjunto de problemas del sistema sanitario, con un deterioro continuado y cada vez mayor de la Atención Primaria, Hospitales públicos con pocas camas y recursos infrautilizados con un aumento de la privatización del sistema sanitario, lo que aumenta los costes de la atención sanitaria y detrae más fondos a los centros de gestión pública, junto con un gasto farmacéutico muy elevado.

Tampoco se han resuelto las necesidades de personal de los centros sanitarios, con una política de Recursos Humanos que penaliza a los profesionales y que ha hecho de las bajas retribuciones y la precariedad su característica fundamental. Todos estos hechos nos llevan a una situación muy preocupante para la Sanidad Pública y a la búsqueda de una parte de la población, la que económicamente puede permitírselo, de alternativas en el sector privado a la desatención de sus problemas de salud, lo que fomenta la inequidad y la quiebra del derecho constitucional a la protección de la salud.

Ante todo lo anterior, más allá de promesas vanas, debemos exigir un compromiso tangible de las administraciones públicas a nivel central y autonómico para garantizar la atención necesaria para toda la población, y para ello es necesario continuar la presión de la sociedad y del personal sanitario, uniendo además la reclamación de otra política que tenga como objetivo más inversiones sanitarias y sociales, menos gastos militares.

En la actualidad, son múltiples los conflictos bélicos en desarrollo en el mundo. El mas sangrante es el de Palestina donde el mundo contempla horrorizado a la vez que impasible el genocidio del pueblo palestino, ordenado por el gobierno de Netanyahu en el que han perecido de manera violenta más de 33.000 personas de las que más de 15.000 son menores de edad que, junto a otras confrontaciones bélicas en Ucrania, Armenia y Azerbaiyán, Yemen, Etiopía, República Democrática del Congo, Siria, países del Sahel, Sáhara y Haití, configuran múltiples contiendas bélicas que amenazan con convertirse en la Tercera Guerra Mundial, con posible empleo de armamento nuclear, en la que millones y millones de seres humanos morirían de manera cruenta.

En el Estado español, sin duda, debemos movilizarnos para que el Gobierno abandone la vía militar  optando por la vía del diálogo, la negociación y la paz. Debemos abogar por construir un movimiento de amplia base, lo más transversal posible en favor de la paz, frente a todas las guerras y sus consecuencias que se vienen sintiendo con toda crudeza en el Estado español y en todos los países del mundo, entre otras, inflación galopante, incremento del paro, pérdida de poder adquisitivo, presupuestos de guerra, deterioro significativo de la sanidad, la educación y del resto de los servicios públicos, subidas de las hipotecas, mayor número de desahucios, graves daños en el medio ambiente, movimientos migratorios incontrolados, supresión de derechos y libertades democráticas y auge del fascismo.

FORMULARIO DE ADHESIÓN: https://forms.gle/De59waGT4w836pvR6 

20 de abril por una Salud sostenible en una Canarias sostenible

Evidentemente, la salud humana depende de la salud del medio que habitamos. La explotación de los recursos naturales nos ha situado en un contexto de emergencia climática y ambiental que compromete nuestra salud y bienestar.

El modelo económico canario, cada vez más dependiente, más alejado de la soberanía alimentaria, energética, tecnológica, económica, etc., está agotado y no es sostenible ni ambientalmente, ni socialmente ni económicamente. Por todo ello, tampoco lo es desde el punto de vista de la Salud Pública, no evitándose que se llegue a la enfermedad con todo el cortejo de manifestaciones clínicas, procedimientos diagnósticos y tratamientos varios, lo que en suma hace queen el terreno sanitario se acumulen muchísimos problemas asistenciales.

No cabe duda de que en Canarias nuestros recursos naturales están comprometidos por el desarrollo desenfrenado del turismo, la degradación observada depende de las relaciones de dominación en el territorio. Los intereses de la industria turística prevalecen sobre el interés de la población local, además de tener un impacto directo en nuestra salud, tienen una serie de efectos ambientales que se relacionan con el uso de recursos naturales, la producción de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero, con la proximidad de los espacios que habitamos a zonas verdes, o azules, que no solo nos afectan como individuos, sino que pueden contribuir en mayor o menor medida al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.

Conocer el impacto de estas acciones en la salud del planeta y en la nuestra propia nos permitirá disponer de argumentos adicionales que pueden motivar a individuos y poblaciones a apostar por las opciones más sostenibles, a la vez que saludables. Eso nos lleva a la necesidad de pensar un nuevo turismo e integrar las facultades de decisión por parte de la población canaria potenciándolas mediante la organización y la movilización.

Por ello, desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias llamamos a apoyar las manifestaciones del 20 de abril, añadiendo la necesidad de luchar por una Salud sostenible en una Canarias sostenible. También queremos expresar todo nuestro apoyo y solidaridad con la huelga de hambre que llevan adelante integrantes de la plataforma «Canarias se agota» dirigida a paralizar la construcción del hotel de La Tejita y del complejo Cuna del Alma, dos proyectos turísticos de lujo situados en el sur de Tenerife.

En Canarias a 15 de abril de 2024

Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias

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